30 years ago: El rock de Salamanca

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Friday, April 22, 2011

El rock de Salamanca

He vuelto de descansar un par de días en la ciudad de Salamanca. Como sabéis, yo soy de la capital española, es decir, más madrileña que el cocido. Así pues, decidimos darnos una vuelta por aquellos lares.

Salamanca es una ciudad relativamente pequeña. Es casi un pueblo grande, todo el mundo se conoce y llegas sin demasiado esfuerzo de una punta de la ciudad a la otra (lo cual también es relativo). Toda ella está llena de monumentos. A cada paso que das te encuentras con un edificio de hace siglos (de hecho la ciudad entera es Patrimonio de la Humanidad), todos ellos preciosos, creando armonía urbanística.

Tenía tres días y dos noches para conocer el territorio. Por las tardes estuvimos haciendo un precioso tour de construcciones, pero después, tocaba investigar la vida nocturna. Llegamos un lunes, así que imagino que el número de personas en los garitos es menor al habitual, aunque de todos modos, había buen ambiente en las calles.
Teníamos la suerte de que cerca de nuestro hotel había una calle repleta de locales. Rockeros encontramos dos: el Rock Royce, y un poco más alejado, el Charro Rock. Entramos en ambos, y la verdad es que se nota una gran diferencia con lo que pueden ser los bajos de Argüelles, lo que es lógico, porque los bajos son enormes, puedes entrar en el que más te apetezca, elegir el estilo que más te guste, y ahora estoy hablando de dos locales. Aun así, se respiraba un "ambiente de rock" diferente al de Madrid. Más complicidad, quizás. Seguramente se deba a que es una ciudad pequeña, pero daba la impresión de que la gente se sentía completamente como en casa.
En cuanto a la música que encontré en ellos, pues variada. Tiene que haber de todo para captar a todo el público posible. Tan pronto te ponían Marea, como ACDC, Red Hot Chili Peppers o Kiss... ¡Hasta Ska-P se llegó a escuchar! Pero a pesar de encontrar de vez en cuando canciones que no apetecía oír, insisto en que el ambiente era muy agradable.

Otro lugar que me llamó bastante la atención llegó a la hora de la comida. Hablo de un restaurante llamado 50's Rock. Creo que su nombre lo dice todo, un restaurante a imagen y semejanza de las cafeterías americanas de los años 50. En Madrid también se pueden encontrar este tipo de sitios, en Madrid, y en cualquier otro lugar, imagino. Pero este establecimiento me pareció particularmente encantador. Se notaba que había sido decorado con especial cariño, y sin faltarle ningún detalle:


El último día entramos en otra cafetería, esta vez normal y corriente. Fue una agradable sorpresa ver en un corcho en la pared, numerosas entradas a conciertos grandísimos, la mayoría de hace 30 años. ¡Qué sorpresa encontrar una entrada de Motörhead para la sala Canciller! También había entradas para Def Leppard, Ozzy Osbourne, Kiss, Scorpions, etc. Muchísimas, y todas buenas.

En definitiva, Salamanca me ha parecido una ciudad muy bonita y con una vida nocturna, a primera vista, cojonuda (hablando claro). ¿Me han sabido a poco tres días? Sí. Pero para hacer un repaso rápido de los sitios es más que suficiente.
Volveré encantada algún día. Mi próximo destino (dentro de unos meses), es Torrevieja. No sé si podré contaros algo de allí...

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